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| * Hay más evidencia que el Apocalipsis 22:19 no se refiere a la Biblia completa cuando dice “las palabras del libro de esta profecía” al comparar el pasaje con Apocalipsis 1:3 y 1:10-11 (“Bienaventurado el que lee, y los que oyen '''las palabras de esta profecía'''”. "Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. '''Escribe en un libro lo que ves''', y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Efeso, y a Smirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea."). Está claro que el libro de que se refiere en el principio de Apocalipsis es el mismo libro al que refiere en fin de Apocalipsis. Todo lo que vio y oyó Juan entre estos dos puntos es el libro a que se refiere. | | * Hay más evidencia que el Apocalipsis 22:19 no se refiere a la Biblia completa cuando dice “las palabras del libro de esta profecía” al comparar el pasaje con Apocalipsis 1:3 y 1:10-11 (“Bienaventurado el que lee, y los que oyen '''las palabras de esta profecía'''”. "Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. '''Escribe en un libro lo que ves''', y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Efeso, y a Smirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea."). Está claro que el libro de que se refiere en el principio de Apocalipsis es el mismo libro al que refiere en fin de Apocalipsis. Todo lo que vio y oyó Juan entre estos dos puntos es el libro a que se refiere. |
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| La Biblia le prohíbe al hombre agregarle a o quitarse de la palabra de Dios; pero no dice que Dios no pueda hacerlo, por medio de un profeta, agregarle a la palabra de Dios. Si esto no fuera posible, entonces la Biblia nunca hubiera existido. | | * La Biblia le prohíbe al hombre agregarle a o quitarse de la palabra de Dios; pero no dice que Dios no pueda hacerlo, por medio de un profeta, agregarle a la palabra de Dios. Si esto no fuera posible, entonces la Biblia nunca hubiera existido. |
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Revisión del 03:08 3 nov 2007
Articulo traducido con permiso de FAIRDS por: Alberto Barrios y con la ayuda de Andrew Miller
Acusación
La acusación afirma que el Libro de Mormón no puede ser verdadero porque nada debería ser "agregado" o "quitado" de la Santa Biblia.
Fuente(s) de la acusación
"[José] Smith aparentemente no estaba enterado de la expresa advertencia acerca de agregar o quitar de la palabra de Dios, o voluntariamente desobedeció a ella (ver Apoc. 22:18,19)." - "Dr." Walter Martin, Mormonismo (Minneapolis, Minnesota: Bethany House Publishers, 1984), 29.
Respuesta
El pasaje a menudo citado (por Martín, arriba) es Apocalipsis 22:18-19.
- "Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
- "Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la Santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro."
Sin embargo, la critica ignora que:
- El libro de Apocalipsis fue escrito antes de varios otros textos bíblicos, sin olvidar que fue unido a una colección de textos. No obstante, este versículo puede ser aplicado solamente al libro de Apocalipsis, y no a la Biblia completa (algunos de los cuales fueron escritos de nuevo y ninguno aun había sido recopilado como "La Biblia"). Mientras la fecha tradicional del libro de Apocalipsis es de 95 o 96 años después de Cristo (primeramente basado en unas afirmaciones de Irenaeus), La mayoría de eruditos fechan el libro entre 68 o 69 años después de Cristo. El evangelio de Juan es generalmente fechado entre 95 - 100 años después de Cristo. (para mas información sobre las fechas del Apocalipsis, vea el articulo bíblico por Thomas B. Slater's Biblica article).
- El libro de Apocalipsis es el último libro de la Biblia porque lo agregaron a ella muchos años después. Sin embargo Juan no tenía la intención de escribir las últimas líneas como advertencia y aplicarlas a toda la Biblia ya que el no se encontraba escribiendo el capítulo final de la Biblia completa.
- Otras escrituras (tales como Deuteronomio 4:2, Deuteronomio 12:32, y Proverbios 30:6) de manera similar también prohíben agregarle a las escrituras, aquí los argumentos de los críticos no parecen tan consistentes, porque tendrían que descartar todo lo escrito en el nuevo testamento y mucho del antiguo testamento, siendo que estos versículos anteceden a "otras escrituras" agregadas por el mismo Dios por medio de antiguos profetas.
- Hay más evidencia que el Apocalipsis 22:19 no se refiere a la Biblia completa cuando dice “las palabras del libro de esta profecía” al comparar el pasaje con Apocalipsis 1:3 y 1:10-11 (“Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía”. "Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, Que decía: Yo soy el Alpha y Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia; a Efeso, y a Smirna, y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sardis, y a Filadelfia, y a Laodicea."). Está claro que el libro de que se refiere en el principio de Apocalipsis es el mismo libro al que refiere en fin de Apocalipsis. Todo lo que vio y oyó Juan entre estos dos puntos es el libro a que se refiere.
- La Biblia le prohíbe al hombre agregarle a o quitarse de la palabra de Dios; pero no dice que Dios no pueda hacerlo, por medio de un profeta, agregarle a la palabra de Dios. Si esto no fuera posible, entonces la Biblia nunca hubiera existido.
Noted Biblical scholar Bart Ehrman wrote:
- The very real danger that [New Testament] texts could be modified at will, by scribes who did not approve of their wording, is evident in other ways as well. We need always to remember that the copyists of the early Christian writings were reproducing their texts in a world in which there were not only no printing presses or publishing houses but also no such thing as copyright law. How could authors guarantee that their texts were not modified once put into circulation? The short answer is that they could not. That explains why authors would sometimes call curses down on any copyists who modified their texts without permission. We find this kind of imprecation already in one early Christian writing that made it into the New Testament, the book of Revelation, whose author, near the end of his text, utters a dire warning [quotes Revelation 22:18–19].
- This is not a threat that the reader has to accept or believe everything written in this book of prophecy, as it is sometimes interpreted; rather, it is a typical threat to copyists of the book, that they are not to add to or remove any of its words. Similar imprecations can be found scattered throughout the range of early Christian writings.[1]